Una cava privada aporta distinción.
Los amenities de lujo son
parte de una realidad sofisticada, los compradores mas exigentes toman
demasiada importancia a una piscina preferentemente climatizada, un spa
completo, una área exclusiva de asadores, el SUM es básico (salón de usos
múltiples), gym, cuarto de juegos para niños, puttin green y jaula de golf; el
objetivo es ir al cine, jugar golf y nadar sin salir de casa.
Otras sofisticaciones que
comienzan a tener importancia es contar con un espacio exclusivo para el lavado
de coches, motos y bicicletas, cancha de tenis, áreas de bodega de mayor tamaño
y sobre todo que la superficie de la alberca realmente sea nadable.
Hoy en día, como en los
inicios de la historia tener una cava personal demuestra un estilo de vida en
el que se une la arquitectura, el confort, elegancia, clase y exclusividad con
la pasión y cultura del buen vino.
A partir del siglo XIX las
cavas privadas se extendieron por toda Europa como una practica de buen gusto. Esta
costumbre no solo ha sobrevivido a nuestros días, sino que se ha renovado como
una valiosa cultura.
Fue hasta principios de la
edad media en la cual aparecen las cavas tal y como las conocemos con condiciones
especiales de humedad, temperatura e iluminación, estas primeras cavas se
construían en sótanos principalmente.
La costumbre de almacenar
vino de manera domestica comenzó en la Roma Imperial cuando en la parte
superior de las casas de los mas acaudalados, se destinaba una habitación para
guardar el vino, la cella vinaria (bodega de vinos) se orientaba hacia el norte
para mantener fresca la habitación y evitar el efecto nocivo del calor sobre el
vino.
Hasta finales del siglo
XVIII y principios del siglo XIX fue cuando comenzaron a propagarse las cavas
particulares, debido al interés por tener su propia dotación de vinos de alta
calidad.
Los griegos descubrieron que
el vino se mantenía en mejor estado si los recipientes que lo contenían eran almacenados
en lugres frescos, húmedos, sin contacto directo con la luz y de preferencia
bajo tierra; los romanos como herederos de la cultura Helénica siguieron
practicando la costumbre del almacenar el vino y ponerlo en tabernas. El
espíritu abierto de los romanos los llevo a diseñar un espacio mixto para servir
el vino y guardarlo; en la actualidad estos espacios deben estar lo mas
aislados posible de elementos externos, el espacio obscuro es el ideal, la luz
solar o ultravioleta daña el vino, es importante cubrir las paredes con
aislamiento, utilizar barreras contra la humedad y cerrado hermético.
El Sumiller David Noel Ghosn,
nos comenta que en su acomodo el vino tiene que reposar tranquilo ya que los
movimientos y vibraciones le afectan, lo propio es que los estantes permitan de
la forma mas ergonómica acceder a las distintas botellas; no es recomendable usar
estructuras de hierro por su posible oxidación, ni de madera ya que pueden
atraer a diferentes bacterias, lo mejor es el uso del ladrillo por ser neutro y
no aportar aromas, ni posibles partículas mohosas que afecten la estabilidad
correcta de conservación. Sobre la posición lo ideal es horizontal para que el
corcho este húmedo a excepción de los espumosos que cuentan con un tapón mas
resistente; es importante ventilar dos veces por semana para que no guarde el
olor a encerrado pero evitando que del exterior se puedan introducir olores
fuertes (de ciertos embutidos, quesos, polvo, pintura, etc.), lo principal es
proporcionar un buen cuidado al vino, la temperatura media recomendada son 12°
C, y la humedad en torno al 75%.
El arte de degustar,
descubrir y asociar el vino al placer siempre será un concepto renovado al
paladar y al gusto, la elección del precio y la preferencia es muy personal;
sin embargo existen verdaderas excepciones históricas como Chateau Lafitte
cosecha 1787, misma que se vendió en una subasta en Londres en 105.000 libras
esterlinas (suma que rebasa los dos millones de pesos), su valor radica en su
antigüedad ya que estamos hablando de un vino que se conserva hace mas de 220
años y pertenecía al ex presidente estadounidense Thomas Jefferson, con esto
concluimos que el valor de una cava se vuelve subjetivo por el aporte de
totalidad que le brinda al proyecto arquitectónico.
The Pinnacle en Montana, USA
es una de las casas mas caras del mundo, su diseño y estilo arquitectónico es
bastante rustico pero cuenta con esplendidas vistas y una privilegiada cava personaliza
de vinos exclusivos; esta valorada en $155 millones de dólares.
Hemos consultado al Sumiller
Ghosn de las Palmas de Gran Canaria y nos recomienda que la temperatura ideal
es entre 10 y los 15° C, ya que por debajo de estos valores los vinos no
evolucionan correctamente y a temperaturas superiores sobre todo por encima de
18° C se estropean, la humedad debe estar en torno al 75% aunque entre 75-80%
de humedad relativa seria el intervalo idóneo y este debe ser el rango
constante.
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